La Marasmius oreades, conocida popularmente como senderuela, seta de corro de brujas o fals moixernó en Cataluña, es una de las setas silvestres comestibles más apreciadas por su sabor delicado, su aroma a almendra y su abundancia en los prados ibéricos. A pesar de su aspecto modesto, esta seta es un verdadero tesoro culinario que ha estado presente en la cocina tradicional de muchas regiones de España.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta especie: cómo reconocerla, dónde y cuándo buscarla, cómo conservarla, cocinarla, y qué precauciones tomar para evitar confusiones peligrosas.
Descripción e identificación:
La senderuela es una seta pequeña pero resistente, fácilmente reconocible por su forma y características:
- Sombrero: De 2 a 5 cm de diámetro, convexo al principio y luego aplanado con una ligera depresión central. Su color varía del crema al ocre claro, más oscuro en tiempo húmedo. Su superficie es lisa y seca, incluso después de lluvias, lo que la hace fácil de recolectar en buen estado.
- Láminas: Espaciadas, de color crema o blanquecino, libres respecto al pie, lo que es un detalle clave para su identificación.
- Pie: Fino, largo y fibroso, del mismo color que el sombrero o ligeramente más claro. No es hueco y resiste bien el paso del tiempo.
- Carne: Fina, pero muy aromática. Su olor recuerda a la almendra o avellana dulce, y su sabor es suave y agradable.
Una de sus peculiaridades más destacables es su resistencia a la deshidratación: puede secarse de forma natural en el campo sin pudrirse, y al rehidratarla recupera gran parte de su aroma y textura. De hecho, de ahí proviene su nombre científico, del griego «marasmos» que significa «marchitar sin pudrir».


Hábitat: ¿Dónde crece la senderuela?
La Marasmius oreades aparece en praderas abiertas, pastizales, bordes de caminos y claros de bosques. Es especialmente común en zonas donde pastan animales, ya que prefiere suelos bien drenados, ligeramente nitrogenados y sin demasiada sombra.
Una curiosidad muy conocida es que suele crecer formando círculos u hileras conocidas como «corros de brujas», debido a su desarrollo en anillos concéntricos a medida que el micelio subterráneo se expande. Esta formación es tan característica que a menudo permite identificarla a simple vista incluso desde lejos.


Temporada de recolección:
La temporada principal de la senderuela se extiende desde mediados de primavera hasta principios del otoño, con mayor abundancia en los meses de Abril a Junio, especialmente después de lluvias ligeras seguidas de días soleados.
A diferencia de muchas otras setas primaverales, la Marasmius oreades no necesita grandes cantidades de humedad ni bosques densos para desarrollarse, lo que la convierte en una de las setas más accesibles para recolectores aficionados.
Valor culinario:
A pesar de su tamaño modesto, la senderuela es muy valorada por su aroma intenso y sabor dulce y delicado, lo que la convierte en un ingrediente muy interesante tanto en platos tradicionales como en recetas más elaboradas.
Entre las formas más comunes de uso están:
- En revueltos o tortillas, donde aporta aroma y un ligero toque dulce.
- En sopas y caldos, especialmente si se utiliza deshidratada.
- En arroces y guisos, aportando un sabor suave sin llegar a dominar el plato.
- Como base para conservas secas, ya que se rehidrata muy bien sin perder sus propiedades.
Su textura es algo gomosa en crudo, por lo que conviene cocinarla bien para apreciar todo su potencial culinario.


Yo personalmente con todas las opciones culinarias que tiene esta apreciada seta, me quedo en combinarla en un buen revuelto, resalta su sabor y está especialmente deliciosa.
Conservación:
La senderuela es una de las pocas setas que se seca de forma natural y sin perder calidad. Basta con extenderlas sobre papel o rejillas en un lugar ventilado y seco durante unos días. Una vez secas, se pueden conservar durante meses o incluso años en tarros herméticos, sin necesidad de congelación.
También puede congelarse tras una ligera cocción, aunque pierde parte de su aroma. Por eso, si se quiere conservar a largo plazo, la deshidratación es la opción más recomendada.
Posibles confusiones:
Aunque la senderuela es una seta segura y bastante fácil de identificar, existen algunas especies parecidas con las que se puede confundir, especialmente si no se presta atención a los detalles:
- Clitocybe dealbata y Clitocybe rivulosa: Estas especies son tóxicas e incluso potencialmente mortales. Se diferencian porque tienen las láminas muy apretadas, no huelen a almendra, y su sombrero suele ser más blanco y con un centro deprimido más marcado.
- Collybia dryophila: No es peligrosa, pero no tiene valor culinario. Se distingue por su hábitat más forestal y por carecer del aroma característico de la Marasmius oreades.


Consejo clave: Si no estás completamente seguro, no recojas ni consumas setas que crezcan en corros si no tienen olor a almendra, láminas espaciadas y sombrero color crema claro. Siempre es mejor consultar una guía micológica o a un experto.
La Marasmius oreades o senderuela es un ejemplo perfecto de cómo la micología no siempre necesita bosques espesos ni setas grandes para ofrecer joyas gastronómicas. Con su aroma inconfundible, su facilidad de conservación y su aparición en entornos abiertos y accesibles, esta seta se ha ganado un lugar especial en las cestas de los recolectores y en las cocinas tradicionales de España.
Si tienes la suerte de encontrar un corro de brujas, recuerda recolectar con respeto, disfrutarla con conocimiento y compartir este tesoro micológico con quienes lo valoran tanto como tú.